Los Girasoles
Todo ocurrió en el mismo momento en el que un parpadeo cegador me orillo a los horizontes de mi sensibilidad seduciéndome a renunciar al ciclo aerobio que suele mantenerme ligado a los segundos de vitalidad humana... las enzimas indiscretas estimuladoras de mi subconsciente me obligaron a despertar del hipnótico poderío de la corona solar que desplegaban en haces de luz con una potencial puntiagudo justos misioneros de herir la dureza de la cárcel de la indiferencia para así y solo así penetrar en la mirada... esta mirada que suele perseguir hasta en la amnesia del tiempo profundas miradas en agonía de un dolor frágil a la voluntad.
Obscena deformación del sutil y utópico ideal de la natura-perfeccionista-neurótica... que se aferra a los caprichos de la supervivencia para despellejar al que no logra entrar en su voraz e insaciable sentido de adaptación. Quien solo el humano sediento de divinidad se jura solemnemente ultrajar la línea de la vida para aprisionarla en un recipiente destinando a sus habitantes al secuestro de la artificial idea de posesión.
Vicent jamás murió
la posesión es una concepción tan ficticia como el tiempo, el cual tambien creemos tener, aun asi nos aferramos a ella en un afan de creer que tenemos algo mas que la vida misma, un saludo compañero.
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